"Los dioses tejen desventuras para que las generaciones venideras, tengan algo a que cantar"
Triste, trintísimo por la muerte de Lasha de Sela. Hace un rato que la muerte de una pública desconocida no me conmovía; tan joven y talentosa.
Recuerdo que iba yo sobre una vía del D.F. y al sintonizar la radio distinguí una de sus canciones, me llamó la atención oirla en radio pública, a excepción de un par de canciones en Horizonte 107.9 fm, nunca había escuchado sus canciones en la radio. Era la estación Ibero 90.9 a modo de homenaje póstumo hablaban de Lasha.
Serían los primeros días de Enero. Una noche fria. Tuve que voltear el rostro, para que mi mamá que viajaba conmigo, no viera como mis ojos se inyectaron de algo que de no haber controlado hubieran sido lágrimas.
La vida de Lhasa fue bastante particular. Vivió su infancia entre Estados Unidos y México, viajando en el autobús escolar que sus padres acondicionaron como casa. Educada por una madre fotógrafa y un padre escritor.
Su madre le nombró Lhasa, como la capital del Tibet, debido al "Libro tibetano de la vida y de la muerte". Criada junto con tres hermanas de alma circense; tres gatos, un loro, dos tortugas y un perro
Cuando Lhasa cantaba en cafés de Montreal lo hacía con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos, ante un público que lo último que hacía era darle atención. "Me dije que no podía enojarme con ellos porque no tenían obligación deescucharme. Era yo quien tenía que hacer que quisieran escucharme deverdad y no por cortesía".
Lhasa, es el nombre de su tercer y último disco. Se llama así porque ella lo escribió, produjo e instrumentó. De sus tres discos: La llorona, The living road y Lhasa, es tal vez éste último el que más completa y madura la refleja.
Adios Lhasa.
Triste, trintísimo por la muerte de Lasha de Sela. Hace un rato que la muerte de una pública desconocida no me conmovía; tan joven y talentosa.
Recuerdo que iba yo sobre una vía del D.F. y al sintonizar la radio distinguí una de sus canciones, me llamó la atención oirla en radio pública, a excepción de un par de canciones en Horizonte 107.9 fm, nunca había escuchado sus canciones en la radio. Era la estación Ibero 90.9 a modo de homenaje póstumo hablaban de Lasha.
Serían los primeros días de Enero. Una noche fria. Tuve que voltear el rostro, para que mi mamá que viajaba conmigo, no viera como mis ojos se inyectaron de algo que de no haber controlado hubieran sido lágrimas.
La vida de Lhasa fue bastante particular. Vivió su infancia entre Estados Unidos y México, viajando en el autobús escolar que sus padres acondicionaron como casa. Educada por una madre fotógrafa y un padre escritor.
Su madre le nombró Lhasa, como la capital del Tibet, debido al "Libro tibetano de la vida y de la muerte". Criada junto con tres hermanas de alma circense; tres gatos, un loro, dos tortugas y un perro
Cuando Lhasa cantaba en cafés de Montreal lo hacía con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos, ante un público que lo último que hacía era darle atención. "Me dije que no podía enojarme con ellos porque no tenían obligación deescucharme. Era yo quien tenía que hacer que quisieran escucharme deverdad y no por cortesía".
Lhasa, es el nombre de su tercer y último disco. Se llama así porque ella lo escribió, produjo e instrumentó. De sus tres discos: La llorona, The living road y Lhasa, es tal vez éste último el que más completa y madura la refleja.
Adios Lhasa.
2 comentarios:
Que tal Fausto, te pago la visita a mi blog y te saludo. Felicidades por tu blog! Que bueno que te gustó el artículo sobre "Lounge". Saludos!
Soy particularmente misógina en cuanto a la voz femenina. Salvo algunas excepciones como las cantantes brasileñas, poquísimas mexicanas y entre ellas está voz tan particular que deja huella.
Agradezco tu comentario.
Se feliz
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