martes, 25 de noviembre de 2008

Una historia de ciudad


Hace una semanas fuí con unos amigos al centro de Tijuana, a los antros...entre tantas zonas pasamos por donde están "las paraditas", así se les llama aquí a la prostitutas.
Imagina sin-city, La calle Coahuila, en el centro de Tijuana. Son las tres de la mañana, dillers, paraditas, cadeneros, nos invitan a sus palacios y a sus placeres...
De pronto a lo lejos veo una morena de pelo corto y rubio, que vocifera, maldice escupe; viene en sentido contrario a nosotros, nos hacemos a un lado, pasa de frente, sus ofensas no nos consideran, ella sigue ofendiendo a taxistas y "paraditas".
Cuando su gabardina verde, su dentadura vacía y su olor a alcohol rancio pasan de largo, Beto, un ex-maestrante del colef me cuenta una historia...
Por la década de los 80s cuando tijuana era 200 veces más visitada, y 10 veces más segura, La Maguana era la vaddette, la "paradita", la bailarina exótica más preciada. Sus favores, su atención, eran peleadas por funcionarios, narcos, viajeros, ilegales.
Las otras "artistas" envidiaban su suerte. Así que idearon un plan.
Tentando su resistencia al alcohol, le invitaron a "pistear", al -jale-. Y así la drogaron, le dieron una combinación tal...que quedó en el viaje.
Ella, en su mundo sigue siendo la mítica Maguana...el cuerpo más deseado, en una ciudad famosa por sus excesos. En la realidad, es solo otra de tantas historias....

sábado, 15 de noviembre de 2008

Saudade


"Eterno resplandor de una mennte sin recuerdos"
Una mujer a la que amé, me habló un día de este palícula.
Un día esa mujer, esa historia, se fue...me fuí...nos perdimos.
Dejó un vacío, dejó miles de recuerdos.
Hubo dias, noches, en las que hubiera dado todo por olvidarla, por secar los recuerdos fuente de la incomodidad.
Y entonces, hace unas semanas, renté esta película. Y me dí cuenta que hubo muy buenos momentos, y que olvidarla toda, por querer ignorar la pérdida, era también olvidar lo bueno. Las horas de plática, por supuesto lo físico, pero más, mucho más, esa intimidad que pueden construir dos personas.
Titulé esta entrada como -Saudade-, porque precisamente esta palabra de lengua portuguesa es definida como "la tristeza de haber perdido algo, mezclada con la felicidad de haberlo tenido"
Gracias Sirena. Morí cunado nos fuimos, pero puedo decir que -I´ve really fall in love...I mean really in love-

Frente al espejo


Hola amigos.
Tiempo sin escribir.
Les ha pasado que un día se dan cuenta que han cambiado?
Cuando tenía 15 años, descubrí una disciplina híbrida entre antropología y musicología. Una cosa llamada Etnomusicología. Devoré discos, información, conciertos, conocimientos sobre las manifestaciones musicales de mi país.
Caí en cuenta de sus (en ese tiempo) 56 etnias. Viajé incluso a comunidades e hice mis intentos de investigación, compré instrumentos, discos...me apasioné.
Terminé la prepa y sin problemas ingrese a la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para lograr mi sueño.
Admiré, conocí, aprendí de los pioneros de la etnomusicología en mi país...me deje embrujar por sus palabras, por sus músicas. ¡¡¡Ellos eran mi modelo!!!

Por azares del destino...dejé la etnomusicología. Me hice economista, y en esto mi paso ha sido menos apasionado, pero mucho más constate. Hoy estoy incluso estudiando una maestría...y es precisamente ahora, a 4000 kilómetros y a diez años que he vuelto a ver a mis mentores en la etnomusicología. Y es ahí cuando he visto el paso del tiempo.
Siguen vistiendo igual, diciendo las mismas palabras, tocando la misma música. ¡¡¡A tal grado que los adivinaba!!!
La etnomusicología sigue siendo mágica, no lo dudo, solo que ahora no me hechiza.
He cambiado. Mientras yo podía adivinar a mis antiguos mentores ellos no tienen ni idea del que soy hoy...
Cambio.