miércoles, 27 de enero de 2010

Clubbed to death



En el budismo se cree que la existencia se compone por infinitas reencarnaciones, y es nuestro desarrollo espiritual lo que determina en cual reino reencarnamos. Así podemos ser fantasmas, piedras, plantas, animales, seres superiores o humanos.

Ser humano es tan fortuito como si una tortuga que viviera 600 años bajo el agua de pronto emergiera y su cabeza entrara en un único aro que flotara a la deriva en el mar.

Es por ello que se cree que todo lo que nos rodea, nuestra vida corriente, los acontecimientos mundiales, la historia, incluso nuestros mismos cuerpos son solo una distracción a lo que debería ser nuestro máximo fin: Ascender al Nirvana.

El Nirvana es aquel estado en que nada de la vida condicionada nos atrapa, donde no se necesita nada y se ven las cosas tal como son, más allá del bien y del mal, es la realidad, la verdad...

El budismo también recomienda la búsqueda, sin privarnos de la vida común. La verdad, la iluminación, el "deja-vú", puede estar en cualquier gato, en cualquier tatuaje, en cualquier e-mail...solo debemos estar dispuestos a desconectarnos.

1 comentario:

Paola Arciniegas dijo...

...O a "conectarnos".
Igual me encanta cómo escribes y sobre lo q escribes.
Yo también te seguiré visitando.
Un abrazo